divendres, 24 de febrer del 2012

El cielo bajo tierra: Lecea

Tuvimos la suerte de que los amigos Gourmet Hunters, vinieran a L'Est a presentarnos unos vinos de Rioja que realmente nos gustaron; ni modernos ni clásicos, sólo "como los de antes". Cuando los probé, mis vínculos con el sabor del vino de Rioja se despertaron.


Por eso nos decidimos a contactar con Luis Alberto y su hijo, para que nos enseñaran su trabajo, o mejor dicho: su pasión.

En San Asensio (La Rioja) tienen su pequeña bodega, trabajan sus propias tierras para hacer y comercializar su propio vino, algo inusual en La Rioja donde la mayoría de los agricultores del vino, venden su producción a cooperativas o grandes bodegas.


Trabajan de manera muy artesanal sin añadir productos que enmascaran la autenticidad del vino y sin que eso reste elegancia a sus crianzas y reservas; elaboran tintos de maceración carbónica, blancos, clarete y tintos de crianza.

Madeja de sarmiento teñido de vino, tras su uso como filtro.

Nos faltó visitar las tierras (por culpa de nuestra maldita prisa), pero pudimos "bajar al cielo", visitando las cuevas (calaos) de 300 años de antigüedad, donde los vinos reposan en unas condiciones celestiales y nosotros disfrutamos de una experiencia única probándolos en esas entrañas.





Nos vimos identificados por el valor humano de personas que luchan por un trabajo artesano, al lado de las moles de marketing de las superbodegas vecinas, transmitiendo prácticas tradicionales por medio de eventos como la "fiesta del pisado de la uva" donde se muestra el trabajo artesano a la vez que se hace el vino.

Da pena saber que según nos dijo Luis Alberto Lecea, la práctica totalidad de las pequeñas bodegas del pueblo con sus "cuevas" estén abandonadas, patrimonio perdido.

Pero da alegría ver que en la familia hay quien recogerá el testigo y que hay ganas de llevar a cabo proyectos pese a los obstáculos que se encuentren.


Gracias Lecea por vuestra atención.